Autocuidado para el síndrome del intestino irritable: 5 maneras de controlarlo
¿Tu sistema digestivo es tan impredecible que temes viajar? ¿O los movimientos intestinales inesperados te mantienen siempre cerca de un baño? Si estas situaciones te son familiares, es posible que tengas síndrome del intestino irritable (SII).
"El SII es un trastorno intestinal común que causa calambres abdominales, diarrea, gases, hinchazón y estreñimiento", explica la Dra. Valentine Millien, gastroenteróloga del Hospital Houston Methodist. "Con tratamiento, es posible manejar estos síntomas y retomar esas actividades favoritas y necesarias. Desafortunadamente, muchas personas no buscan ayuda debido a la vergüenza que les provocan sus síntomas".
¿Qué causa el SII?
El SII ocurre por interrupciones en la delicada interacción entre los nervios, las hormonas y la actividad eléctrica que conectan el intestino con el cerebro.
"Existe una conexión poderosa entre el cerebro y el estómago: piensa en las mariposas que sientes antes de hablar en público o en el dolor abdominal que surge durante una discusión intensa", explica la especialista. "Con el SII, los sensores de dolor en el colon son más sensibles de lo normal, respondiendo fuertemente a estímulos que no afectan a la mayoría de las personas".
Síntomas del SII
- Dolor abdominal y calambres
- Hinchazón y gases
- Cambios en la apariencia o frecuencia de los movimientos intestinales, como diarrea y estreñimiento
- Mucosidad en las heces
- Esfuerzo, urgencia o sensación de evacuación incompleta durante los movimientos intestinales
No existe una prueba específica para detectar el SII. Los médicos suelen diagnosticarlo descartando condiciones con síntomas similares, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Un estudio de rayos X del colon o una colonoscopía pueden ser útiles durante el diagnóstico.
Autocuidado para el SII: Pasos para encontrar alivio
Aunque los antidiarreicos y laxantes pueden aliviar los síntomas, no son una solución a largo plazo. Prueba estos consejos:
1. Consulta a tu médico en cuanto aparezcan los síntomas. Así sabrás cuál es el mejor tratamiento para ti. Dado que los signos del SII pueden parecerse a los de una enfermedad grave, es importante descartar cualquier trastorno subyacente.
2. Lleva un registro de los alimentos que parezcan causar síntomas. Identifica esas comidas que desencadenan los síntomas y reduce su consumo. Los culpables comunes incluyen productos lácteos, cafeína, frijoles, col, grasas y alcohol. Como muchos alimentos desencadenantes contienen nutrimentos importantes, busca sustituciones saludables. "Lleva un registro de tus hallazgos y lleva esas notas contigo a tu próxima visita al médico", sugiere la especialista en gastroenterología del Hospital Houston Methodist.
3. Ajusta tus hábitos alimenticios. Dado que las comidas grandes suelen causar calambres y diarrea, intenta comer varias veces al día, pero en raciones pequeñas; en lugar de tres grandes comidas. También limita los alimentos picantes.
4. Controla el estrés. "Debido a la conexión cerebro-intestino, los niveles altos de estrés pueden desencadenar síntomas del SII", afirma la experta. "Para relajarte, sal a caminar diariamente, conversa con un amigo, retoma un viejo pasatiempo o escucha música".
5. Regresa al médico si los síntomas persisten. Si los pasos anteriores no te brindan suficiente alivio, el médico puede recetar antiespasmódicos. En casos graves, la medicación antidepresiva puede ayudar a calmar el malestar.
18 de julio del 2024